El Esófago

El esófago tiene la forma de un tubo elástico y contráctil, cuya función es la de transportar el bolo alimenticio hasta el estómago por medio de movimientos peristáticos. Este proceso es facilitado por el moco que secretan las glándulas que se encuentran en sus paredes.



El esófago está formado por:

Mucosa: es un epitelio estratificado o de varias capas de células no queratinizado, que recubre la luz del esófago en su parte interna. Este epitelio está renovándose continuamente por la formación de nuevas células de sus capas basales. Para facilitar la propulsión del alimento hacia el estómago. El epitelio está recubierto por una fina capa de mucus, formado por las glándulas cardiales y esofágicas.

Capa muscular: está formado a su vez por una capa interna de células musculares lisas concéntricas y otra capa externa de células musculares longitudinales, que cuando se contraen forman ondas peristálticas que conducen el bolo alimenticio al estómago.

Esfínter esofágico superior: (EES), divide la faringe del esófago. Está formado por el músculo circofaríngeo que lo adhiere al cricoides. Este músculo es un músculo estriado, es decir, voluntario, que inicia la deglución.

Esfínter esofágico inferior: (EEI), que separa el esófago del estómago. Realmente no es un esfínter anatómico, sino fisiológico, al no existir ninguna estructura de esfínter pero sí poseer una presión elevada cuando se mide en reposo. Este esfínter, disminuye su tono normalmente elevado, en respuesta a varios estímulos como:

a.- La llegada de la onda peristáltica primaria.

b.- La distensión de la luz del esófago cuando pasa el bolo alimenticio (peristalsis secundaria)

c.- La distensión gástrica.

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